viernes, 10 de octubre de 2008

PEREGRINO DE LA LUZ...

No es necesario estar adscrito a "fe" alguna, ni a ninguna religión concreta para sentir dentro de uno mismo esta Espiritualidad intrínseca instalada en el ser humano desde los lejanos orígenes, como un mundo propio lleno de sentimientos puros y elevados, solidarios con toda la VIDA del Universo. Es eso lo que nos hace sentir ciudadanos del Cosmos inconmensurable, con ese AMOR monumental que a todos nos hace hermanos, con aquél vínculo innato que se encuentra en toda Semilla de VIDA sin excepción.
La Espiritualidad que todos guardan en los más íntimo del Corazón, morada evidente de la Esencia del hombre, indica su origen eminentemente estelar y solar, con esta organizada Sabiduría - donde a duras penas los científicos humanos asoman -, inscrita en el maravilloso lenguaje del ADN pero también en la particular constitución Física, Mental y Espiritual en la que se ha dotado al ser humano de distintos cuerpos energéticos y vibracionales, que sólo puede utilizar en sus planos o ámbitos correspondientes; a pesar de que el hombre de hoy conoce poco su anatomía oculta y, en consecuencia es poco práctico.
Desde la Espiritualidad profunda y laborada se puede acceder a unos "conocimientos" que la ciencia convencional de nuestro mundo, también va encontrando, aunque lentamente.
El día en que el hombre de la Tierra sea capaz de fusionar Espiritualidad y Ciencia, habrá conseguido la verdadera Gnosis, el Conocimiento Integral. Mientras tanto, cada uno va por distinto camino, y aunque vayan paralelos -como es sabido-, por más que se junten nunca se encuentran.
Pero a pesar de todo, el hombre sigue teniendo "la clave" en su interior. Evidentemente sólo la utilizará cuando lo decida.
Que nadie sienta temor de expresar la propia Espiritualidad, aunque sea ante los intelectuales "obtusos" del racionalismo más escéptico: ellos también tienen "la clave" pero la ignoran.
Algún sector de la ciencia hay que está cambiando aun a pesar de los que no lo quieren.
El pasado jueves 2 de Octubre estaba contemplando el cielo estrellado muy cerca de MONTSERRAT, desde Marganell con mi buen amigo y vecino Gabriel Granados, y conversábamos e incluso les pedíamos a ELLOS humildemente, respuestas a nuestras inquietudes. Nombré a este gran científico mundial que es Stephen Hawking, que sufre desde 1963 una esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad degenerativa que atrofia progresivamente su musculatura y que lo mantiene en una silla de ruedas.
No hace mucho pronosticó que "sería difícilmente evitable, en los próximos cien años, una catástrofe planetaria que puede hacer inviable la vida de la especie humana en la Tierra", fue en el transcurso de una conferencia, dentro de su visita a Santiago de Compostela, donde fue a recoger un premio y donde fue calificado "PEREGRINO DE LA LUZ". Mientras yo daba todas estas explicaciones, hablando de Hawking, una corta pero precisa señal, se produjo en el cielo, a mi espalda, Gabriel pudo verla impresionado. Nos habían corroborado las certeras palabras de un sabio de nuestro tiempo, que en la Catedral de Santiago hizo una invocación desde su condición de "peregrino del Universo" pidiendo que "SE ABRA EL CORAZON A LA ESPERANZA, LA JUSTÍCIA Y. EL AMOR". A buen seguro que este gran físico inglés además de su enorme bagaje, ha encontrado "la clave" en su interior...
Todos llevamos similar mensaje cósmico en el Corazón: Unos lo escuchan, otros no. Cuando se escucha por vez primera ya no se abandona jamás y nos capacita mucho más para aproximarnos a ELLOS: ¡Los ELOHIM de MONTSERRAT!
¡Saludos!
Manuel Luis Tatjé


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