lunes, 26 de mayo de 2008

¡¡ DE AVION NADA DE NADA !!

EXPERIENCIA EN LA EXPLANADA DE LOS "ONCES"
En MONTSERRAT se dan experiencias colectivas, pero son muchas también las individuales o con pocas personas. Y esta es la experiencia que vivió, junto con un amigo suyo, Gabriel Granados, muy asiduo de los "Onces" de cada mes y buen conocedor del tema, en la explanada de los avistamientos, lugar al que, según él mismo ha manifestado en ocasiones, le gusta ir también solo, o acompañado, para tener sus propias vivencias y reflexiones personales.
Así pues, un atardecer de este mes de Mayo, subió hasta la explanada de los "Onces" con un amigo suyo con la intención de hacer prácticas de percusión con el "yembé", y además dedicar pensamientos y atención a los designios de "Los de Arriba".
Asi se explicaba él mísmo: "Cual fue mi sorpresa, que cuando terminamos la sesión, aun con la claridad del atardecer, ¡ una bola de luz blanco-plateada, apareció por detrás de la Montaña por su parte derecha ! Era una luz muy intensa, incluso llegué a pensar que era un avión, pero cuando pasó por encima nuestro, me di cuenta que ¡¡ DE AVION NADA DE NADA !! Parecía com si fueran tres lucecitas de gran intensidad juntas. De sobra sabes que un avión, cuando te pasa por encima, ya le ves las luces de anticolisión ... y eso, fuera lo que fuera, ¡ no las llevaba ! Tampoco emitía ningún ruido. Casi al final del trayecto, hizo un leve giro hacia su derecha para, al fin, desaparecer por entre una nube... Con que ganas volví a tocar el "yembé", ¡¡¡ aun hoy me duelen las manos !!! No hace falta que te diga la emoción que se siente cuando se manifiestan de esta manera, ¿ver-dad ? "
Este fue el mail emocionado que me mandó Gabriel y del cual yo me congratulé, reenviándo a otras personas que sabía también cuanto se alegrarian por él. A mi vez, y a través de su experiencia, rememoré, como no, algunas experiencias personales de estas que no se olvidan en la vida, y que sólo puede uno contar a los amigos de verdad, a los que "estan en la onda", a los que, de alguna manera estan "tocados" por estas inquietudes y anhelos. Son vivencias, que con frecuéncia le ayudan a uno a encontrarse a si mismo, y a constatar una vez más, que Ellos estan aquí, seguramente con elevadas misiones que no podemos imaginar...
Todas estas experiencias, no son sinó acicates en el camino, estímulos ante un mundo en extremo racionalista y con una enfermedad llamada escepticismo, para continuar adelante en el avistamiento y en el contacto.
¡Felicidades a Gabriel y a su amigo por el bello obsequio de que fueron objeto!
¡Hasta muy pronto, amigos !
Manuel Luis Tatjé

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