martes, 10 de julio de 2007

LA ERMITA DE SANT JOAN EN MONTSERRAT: UN ENCLAVE MUY ESPECIAL... La ermita de Sant Joan en una composición de Luis José Grífol

Sucedió hace exactamente catorce años, el dia 9 de Julio de 1993, y porqué como és lógico las experiéncias y avistamientos más fuertes y destacados, no se olvidan fácilmente, quedan almacenados en la mente, pero mucho más fuerte aun, quedan gravados en el corazón, por eso he decidido incluir este en el bloc "Onces" para compartirlo con todos los que lo leais.
Ese dia 9 subimos un pequeño grupo, a pie por el camino de Sant Miquel, animados, esperanzados como siempre, con las "pilas" cargadas, investigando, buscando, compartiendo, en animada charla las experiéncias e ideas de cada uno. Hablamos, entre otras cosas de la tradición esotérica, segun la cual el Santo Grial está custodiado en el hiperespacio de Montserrat, en la cuarta dimensión o mundo astral, si queréis, en un maravilloso Castillo-Templo. Havía la intuición de que la posible ubicación física de este sagrado lugar tenia que ser la zona donde se encuentra la antigua ermita de Sant Joan, una de las pocas que todavia siguen en pie, aunquen vacias y cerradas. Hacia allí nos encaminamos el pequeño grupo, procurando activar todas nuestras percepciones en la oscuridad y bajo el cielo estrellado, cada vez ganando más altura, hasta los 900 m. de altitud en que se encuentra el lugar i la ermita alzada en un pequeño montículo.
A priori álguien puede pensar que tendrá que ver el Santo Grial con los ovnis. Algunos pensamos que mucho. Pues ya se ha dicho en distintas ocasiones que los "de arriba" (como a algunos gusta llamarlos), seres que se manifiestan en Montserrat, en la explanada ya conocida, aunque también en otros sitios, son energias puras, yo mismo les llamo "Elohim", probablemente són comparables a los "ángeles de la Bíblia", etc. Unas veces se manifiestan con naves, otras son directamente Ellos mismos, con su "traje de luz" (por decirlo de alguna forma). Uno y otro modo de moverse por el espacio, és a través del hiperespacio o cuarta dimensión, su elevada sabiduria y ciencia, les hacen suficientemente conocedores, de todo lo que contiene el Montserrat Transcendente o del Espíritu, y por tanto, de los altos niveles de la espiritualidad. Muchas veces han confirmado con trazas contundentes su "misión" como Mensajeros, Guardianes, de este Mundo Tierra.
Ya al pie de la ermita, procuramos serenarnos aun mas, buscar el silencio total, prepararnos mejor para un posible contacto, álguien sugirio rezar un padrenuestro. Porqué no ? Si és una forma de interiorizarnos, de calmar la mente, demasiado alborotada frecuentemente.
Uno de nosotros ( del que guardaremos el anonimato), hizo una pregunta en voz alta y con referencia a la muerte de un ser querido, sobre si "Ellos" sabian "donde estaba", "si lo veian", "si estaba bien", pidiéndose una respuesta por ello: La respuesta no se hizo esperar: Una magnífica traza verde-esmeralda de izquierda a derecha, señalando con extraordinária precisión el vértice del pequeño campanario de la ermita, pasó contundente chisporroteando, mientras todos conteniamos el aliento y los corazones aceleraban su palpitación.
Al poco, otro compañero, de los asistentes, percibió una neblina verdosa apoderándose de todo el lugar. Fue un premio para él, puesto que los demás sólo percibimos la paz y esa alegria especial que sentimos, después de una respuesta de este tipo.
No hubo más manifestaciones, pero nuestra eufória i satisfacción fueron grandes y, como he dicho al principio como la respuesta fue realmente impresionante, se guardó en nuestros corazones. La suma de todos los dígitos de aquella fecha, curiosamente, suman 11.
Miembros de aquel grupo eran Ponç Puigdevall i su hija, Joan Font, Luis José Grifol, Maria Àngels Casals y quién este relato firma.
Manuel Luis Tatjé

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